Recuerdo unas navidades en Londres hace siete años, el día de Navidad mi hija y yo salimos a pasear temprano por Regent´s Park, viviamos cerca en un precioso piso compartido con unas espectaculares vistas, tras dar de comer a los patos y hacer unas maravillosas fotos como la de la rosa que abre el post, pues mi hija que ese año estaba haciendo un curso de fotografía en la Saint Martins y en esa época no se separaba de su cámara, pues lo dicho, despues de hacer las fotos caminamos por el paseo junto a esas enormes villas que rodean el parque y llegamos a un bar restaurante de esos de mayordomos con librea ja ja ja, el caso fue que nos permitieron la entrada y nos sentamos junto a unos enormes cristaleras en unos sillones orejeros de cuero marrón y pedimos dos cañas que hacían ellos que nos trajeron (y eran enormes), junto con unos exquisitos dulces de jengibre, nos tomamos tres más cada una.
El lugar era perfecto, la compañía también.
Puedo decir sin ninguna duda que fueron las mejores cervezas de mi vida, y seguro que también las mejores navidades, aunque todas las navidades junto a ella fueron muy, muy, muy especiales.
4 comentarios:
Me gusta la cita de que la vida es como una película a la que llegas tarde (luego habría que decir que hay gente a la que le tocan más del género de terror, melodramas, comedias; en fin...).
Y sí. La foto de la rosa es bonita.
Un abrazo!
Hola, Pilar, ¡qué alegría leerte! Yo también me he sentado a tomar es cerveza en ese lugar precioso y me ha sentado bien. Los recuerdos buenos alimentan.
Un beso y Feliz Año.
Hola David!
¿Qué tal en la nueva casa?
Esa es una buena observación el género de la película.
Gracias por tu comentario.
Un abrazo
Gracias, Selo.
Sí. Hace bastante que no publico, aunque sí que escribo pero se queda en borradores.
Sí que es cierto, los buenos recuerdos nos sustentan y nos sacan la sonrisa.
Un abrazo muy fuerte para ti también y feliz año.
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